Hoy me gustaría contarte una historia real que hace años, al conocerla, me impactó por la fuerza que tuvieron unos cánticos navideños en los corazones de los soldados de los bandos enfrentados en la I Guerra Mundial.
Eran los días cercanos a la Nochebuena de 1914, en las trincheras en las que se enfrentaban el ejército británico y el alemán. Uno de los dos bandos empezó a cantar villancicos y pronto les sorprendió escuchar los aplausos del bando contrario. Al instante, los que habían aplaudido al enemigo, les imitaron entonando otros cantos navideños y los que cantaron primero les respondieron también con aplausos.
Así pasaron unas horas hasta que los dos ejércitos salieron de sus trincheras y compartieron con los contrincantes los dulces y bebidas navideñas que habían recibido de sus hogares. Esta tregua espontánea, no oficial, duró varios días durante los cuales entablaron amistad, compartieron lo que tenían, jugaron fútbol y enterraron a sus muertos.
Esta famosa historia, por insólita, ha sido plasmada en un musical, una película, anuncios publicitarios y obras literarias. Te dejo el anuncio de Sainsbury, un fragmento de la película “¡Oh, qué hermosa guerra!” y un breve vídeo que relata los sucesos.
Ojalá en estas fechas haya música en todos los hogares y en todos los rincones del mundo.
¡FELIZ NAVIDAD!
Publicidad de Sainsbury (Navidad 2014)
Fragmento de “¡Oh, qué hermosa guerra!”
Por si quieres saber más...
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